¿Qué función cumple el sistema de transmisión?
El sistema de transmisión es el encargado de trasladar la potencia generada por el motor a las ruedas del vehículo. Gracias a él, tu coche se mueve, acelera y responde de forma controlada a tus indicaciones como conductor. Está formado por distintos elementos mecánicos que trabajan en conjunto: el embrague, la caja de cambios, el árbol de transmisión (en algunos casos), los ejes y el diferencial.
El correcto funcionamiento de todos estos elementos es clave para una conducción fluida, segura y eficiente.
Tipos de transmisiones: ¿manual o automática?
Aunque la mayoría de los conductores conocen los conceptos de transmisión manual y automática, hoy en día existen más variantes que conviene conocer:
- Manual: El conductor debe accionar el pedal de embrague y mover la palanca de cambios. Ofrece mayor control y, en muchos casos, menor consumo.
- Automática con convertidor de par: Cambia las marchas de forma autónoma, ideal para conducción urbana o para quienes buscan comodidad.
- Automática de doble embrague (DCT): Transiciones de marcha muy rápidas, usadas en coches deportivos y modernos.
- Transmisión continuamente variable (CVT): No tiene marchas fijas, se adapta de forma continua a la velocidad.
- Manual automatizada (AMT): Similar a la manual, pero con cambio asistido electrónicamente.
Todas requieren un mantenimiento específico para garantizar su durabilidad.
¿Cuándo hacer mantenimiento al sistema de transmisión?
Aunque depende del tipo de transmisión y del uso que se le dé al vehículo, lo habitual es revisar o sustituir el aceite de la transmisión entre los 60.000 y 100.000 kilómetros, según las recomendaciones del fabricante.
En Talleres Murillo realizamos revisiones periódicas que permiten detectar desgaste en piezas clave y prevenir fallos mayores.
Señales de que tu transmisión necesita atención
Prestar atención a ciertos síntomas puede ayudarte a actuar a tiempo:
- Ruidos extraños al cambiar de marcha o al circular (zumbidos, chirridos).
- Dificultad o brusquedad al cambiar de marcha, en transmisiones manuales o automáticas.
- Vibraciones excesivas durante la conducción.
- Fugas de líquido de transmisión, fácilmente visibles bajo el coche.
- Luces de advertencia en el cuadro (como la de fallo motor).
Ante cualquiera de estos signos, es importante acudir a un taller especializado.
Conclusión: cuidando la transmisión, cuidas tu coche
El sistema de transmisión trabaja constantemente para que tu coche funcione como debe. Su mantenimiento no es opcional, es una necesidad que previene averías graves, alarga la vida del motor y mejora tu seguridad.
En Talleres Murillo te ayudamos a mantenerlo siempre en las mejores condiciones. Contacta con nosotros y pide tu revisión sin compromiso.